Las innovaciones tecnológicas para el entrenamiento centran un proyecto de innovación educativa

Dentro de las competencias que deben adquirir en su formación, el alumnado del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte se encuentra la capacidad de planificar y controlar la realización de programas de ejercicio físico, así como de evaluar la condición física de los participantes y de prescribir ejercicio físico orientado a la salud. En estas tareas, el uso de las nuevas tecnologías puede convertirse en un valioso aliado en su futuro como profesionales. Partiendo de esta idea, un proyecto de innovación docente de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte acerca al alumnado de esta titulación al trabajo, con aplicaciones informáticas como la plataforma de gestión del entrenamiento Harbiz y al funcionamiento de nuevos dispositivos para el entrenamiento de fuerza, así como a sus aplicaciones en la prevención y recuperación de lesiones.

Coordinado por la profesora Virginia Serrano, el proyecto se desarrolla a lo largo de este cuatrimestre con los 53 alumnos y alumnas que cursan la materia Entrenamiento de readaptación para la actividad física y el deporte. Su propósito es acercarlos “a una serie de aplicaciones móviles, dispositivos electrónicos e instrumentos válidos y fiables que les permitan realizar mediciones, evaluaciones y seguimientos de deportistas de forma útil y manejable”, señala la docente. De este modo, el proyecto busca contribuir tanto a una “mejor asimilación” de los contenidos prácticos de la materia, como que adquieran “unas competencias digitales esenciales en el mundo laboral”, como destaca su coordinadora. Junto a Serrano, en este proyecto de innovación participan también los docentes Helena Vila, Óscar García, José María Cancela, Emerson Ramírez, Tania Álvarez, Javier Carballo, Alba Cuba y Mario Iglesias.

Sinergías con una red financiada por el CSD

Uno de los ejes del proyecto es el trabajo con dispositivos isoinerciales, consistentes en un “sistema mecánico independiente de la gravedad, basado en la resistencia inercial” y que permiten la realización “de una sucesión de actividades que estimulan las capacidades motoras y deportivas, permitiendo al deportista adquirir o recuperar las capacidades necesarias para llevar a cabo esfuerzos con seguridad y eficacia”, como explica Serrano. Plataformas de fuerza o salto, encoders, goniómetros o dispositivos portátiles son, en ese sentido, algunas de las herramientas, cada día más empleadas en el “campo de la prevención y recuperación de lesiones, como resultado de la evidencia científica”, con las que el alumnado pudo trabajar en el marco de este proyecto. 

Esta línea de trabajo permitió a su vez generar sinergias con la Red de dinamometría funcional, un proyecto financiado por el Consejo Superior de Deportes (CSD) y liderazgo por la Universidad de Granada, en el que participan investigadores de diferentes universidades, entre los que se encuentran varios de los profesores responsables de este proyecto de innovación. La colaboración con la red hizo posible llevar a cabo un taller específico, impartido por una investigadora de la Universidad de Cádiz, con un dinanómetro funcional adquirido recientemente por la facultad, un dispositivo que, como explica Serrano, “incorpora muchas más opciones de medición de la fuerza en un mismo sistema”. 

Planificación de entrenamientos en una app

Por otra parte, el proceso de “transformación digital” que vive la sociedad hace también que para este tipo de profesionales sean “imprescindibles en la actualidad” aplicaciones como Harbiz, que, como explica Serrano, permite llevar a cabo planificaciones y programaciones de entrenamiento, además de incorporar contenidos o realizar tareas de seguimiento e informes de evaluación. En ese sentido, otra de las actividades desarrolladas al amparo de este proyecto fue una sesión formativa sobre este software. Posteriormente, el alumnado participante tuvo que preparar y subir la esta app “programas de prevención y readaptaciones de lesiones”, partiendo de casos simulados y realizar también una serie de vídeos formativos breves, en formato de “píldoras”, en la que mostraban “ejecuciones técnicas de diferentes ejercicios” de los programas de entrenamiento que previamente diseñaron.